Thursday, November 6, 2014

Suertuda la gaviota

—Qué suertudas las gaviotas, pueden sobrevolar los mares y océanos. Ver el mundo desde más altura, qué suertudas.
—Pero no tienen manos...
—¿Qué?
—Que no tienen manos.
—Pero tienen alas, ¿qué les importa a ellas las manos?
—Es que sin manos...
—Sin manos, ¿qué?
—Suerte es la mía.
— ¿La tuya? No te entiendo.
—Sí, la mía. Sin manos no podría sentir el suave tacto de tu piel. O correrte el mechón de pelo rebelde que cae sobre tu cara. Ni tomarte entre mis brazos y fundirme en un abrazo eterno como los nuestros. Suertudo, yo.
—Suertudos, nosotros...